Pensé que era un regalo de Navidad estupendo para C, así que me animé a hacer cerveza de jengibre desde cero.
El proceso empieza creando lo que se conoce como "ginger bug", que viene a ser una masa madre de azúcar, jengibre y agua que servirá para fermentar la bebida final.
Ingredientes
Ginger bug - fermento inicial -
3 tazas de agua
Azúcar
Jengibre fresco
Para empezar, mezcla tres tazas de agua con 2 cucharadas de azúcar y 2 cucharadas de jengibre fresco rallado o cortado muy pequeño. Deja reposar 24 h a temperatura ambiente. Una vez pasado este tiempo, alimenta el fermento con 1 cucharada de azúcar y 1 de jengibre fresco rallado. Así durante 7-10 días seguidos, hasta que el líquido esté muy burbujeante.
En principio solo se pueden utilizar azúcares altos en sacaros (o sea, no sirope de ágave, no fructosa, no azúcar de coco...). Otro consejo que yo he seguido (por precaución) aunque no estoy segura de que sea cierto, es que es mejor no mezclar el fermento con utensilios de metal, porque puede afectar al proceso.
Cerveza de jengibre
7 tazas de agua
1 taza de azúcar panela
1/2 taza de jengibre fresco cortado pequeño
Zumo de medio limón
Cuando tu ginger bug ya está bien burbujeante, toma 7 tazas de agua y ponlas a hervir. Una vez el agua está hirviendo, añade 1 taza de azúcar panela y 1/2 taza de jengibre fresco y mezcla bien. Deja enfriar totalmente y añade 1 taza de ginger bug y el zumo de limón a la bebida. Pon la cerveza en un bote de plástico (para evitar destrozos si se revienta el cristal) y deja fermentar a temperatura ambiente 3 días. Pasado este tiempo puedes poner la cerveza en la nevera para cortar la fermentación.
Para seguir alimentando tu ginger bug, rellena de nuevo el bote del prefermento con 1 taza de agua (o la que hayas gastado) y vuelve a iniciar el proceso.
Este es mi ginger bug una vez rellenado con agua nueva (el jengibre antiguo y los azúcares se mantienen del proceso anterior).
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