Tarta crudivegana de coco y lima

El otro día hicimos una cena de 'Thanksgiving' con nuestros amigos americanos.
Al final terminamos haciendo cagar al "tió" con un tronco espontáneo que encontramos.
Como nadie había traído regalos para nadie, decidimos que el Tió cagaría los postres.

Liz y Manol habían comprado bombones.
¡Y yo había hecho una tarta!
Así que esto fue lo que nuestro tronco amigo nos cagó:

Un paquete de bombones y una tarta crudivegana de coco y lima que os presento en esta entrada.

Para que una tarta sea considerada crudívora ninguno de sus ingredientes tiene que haber sido expuesto a más de 40-49 grados, que es, en general, la temperatura máxima solar.

Normalmente, las tartas crudas llevan un alto porcentaje de grasas de origen vegetal (que, en nuestro mundo globalizado de hoy, son básicamente frutos secos y coco).

Esta lleva una base hecha de frutos secos y semillas y un relleno de aguacate, anacardos y... coco.

Para procesar todos estos ingredientes importados del mundo mundial es necesario que tengas una batidora potente.
Hace un par de días te habría dicho que un procesador de alimentos era imprescindible para hacerla.
Estaba cegada por mi carácter del siglo XXI :-P
Ayer, cuando iba a hacer esta tarta, justo se me estropeó el procesador que tenía, así que tuve que salir un poco de la idea de que "sin el procesador no soy nada"... y al final hice la base fácilmente... con un mortero
Por lo tanto, el procesador ya no me parece imprescindible. Si lo tienes, genial. Sino, un mortero te podrá servir (o una piedra ;-) ).

Tuvo mucho éxito, así que te recomiendo probarla (y a mi misma me recomiendo repetirla algún día).

Ingredientes
Base
175gr de dátiles
175gr de semillas de cáñamo
60gr de nueces
Relleno
120 gr. de anacardos crudos remojados en agua durante 8 horas
90gr de aguacate
120gr de aceite de coco
360gr de leche de coco
40gr de sirope de ágave
La piel rallada de una lima
Una cucharada de postre colmada de Vainilla en polvo

Algunos comentarios sobre los ingredientes
- Los anacardos los he pesado ANTES de ponerlos en remojo.
- El aceite de coco que yo utilizo es desodorizado, por lo que, en mi caso, no se trata de un ingrediente crudo. Ten en cuenta, por eso, que todos los aceites de coco han pasado por algún tipo de procesado.
- El sirope de ágave, en principio, se extrae a menos de 48º (al menos el que yo compro). Igualmente, siempre es mejor endulzar los postres con ingredientes que no sean tan concentrados. Si  quieres, puedes sustituir el sirope de ágave por 1 plátano grande, 80gr de dátiles o 2 manzanas grandes (en este caso, reduce unos 60gr la cantidad de leche de coco).

Corto los dátiles a trozos pequeños y los trituro con las semillas de cáñamo y las nueces. Tiene que quedar una pasta sólida pero un poco húmeda.
Pongo la masa en un molde de 20cm (el típico molde para hacer un bizcocho, mucho mejor si es desmontable) y la expando por toda la base y unos centímetros por la pared.

Junto todos los ingredientes del relleno y los bato bien hasta que quede una mezcla muy cremosa y sin apenas grumos.

Vierto la crema por encima del molde y lo pongo en la nevera durante unas horas para que se asiente. Durante este tiempo, el aceite de coco también solidificará, por lo que la tarta será más cómoda de comer.

Una vez lista, espolvoreo por encima con ralladura de lima y vainilla, saco la pared del molde (por eso es preferible que sea desmontable), y sirvo la tarta en porciones.
Cuidado, ¡se desmonta muy fácilmente!

P. y L. querían formar parte del bodegón decorativo de las fotos:

Bon profit
Caga tiooo, tioo de nadal